Sal de tu noche oscura, acércate sigilosa como animal salvaje y unámonos en el calor de la noche, compartamos abrazos y besos infinitos, desparramemos el amor sin medida, sin tregua que tan sólo haya entre nosotros cariño y dulzura.
Ven a mi Amor como rayo que cruza la aurora, disfrutemos de nuestros cuerpos como si sólo fuese uno que mi alma empiece donde acabe la tuya, que nos una, un sólo espíritu; poderoso, indomable, incorregible, volátil.
Únete a mí amor, únete a mi historia, a mi vida para deshacerla y componer juntos un nuevo verso, una nueva armonía, una nueva melodía que resuene más allá de este mundo.
Seamos la envidia de los ángeles, querámonos esta vida y la que sigue, pues para los que aman la vida es eterna y porque no compartir una vida eterna contigo.
Duerme esta noche conmigo disfrutemos de nuestros cuerpos de fantasía, seamos cómplices de aquí al alba. Y del alba, mas allá, que se nos quede chico el mundo, el universo, que seamos agradables a Dios mismo hasta que se haga presente en medio de nosotros.
Dulce ambrosía de nuestra boca eres tú mi amor, caramelo que cae constante en la mía. Te quiero a mi lado todos los días, siempre que la risa sea nuestra lengua, siempre que la Paz nos entretenga
Ven a mi amor, cruza los valles, las montañas, los ríos y juntémonos para siempre y por siempre nos espera una vida llena, plena, magnífica, eterna...
