Un bacio lento

Cierra los ojos, imagina una playa preciosa con una mar turquesa caribe de ensueño. Estas toda rodeada de amor, de felicidad, nada esconde tu rostro, nada esconde tu alma. La brisa veraniega cruza sobre ti acariciando tu cuerpo desnudo que lo relaja y lo acaricia suavemente, sin prisa, dulce.

A lo lejos me divisas, una pequeña mueca descubre una sonrisa que intentas controlar pero te derrites, sabes lo que avecina, esta a punto de cambiar tú vida para siempre, todo lo que has vivido se torna pasado, lejano, olvido. Aún habiéndolo disfrutado toda tú vida, has soñado con este momento, lo has pensado infinidad de veces, le has dado forma propia, pero la realidad supera la ficción descubriendo por sorpresa que es muchísimo mejor.

Me voy acercando y tú cabeza se dispara y te asaltan las dudas, los miedos todo te confunde pero al tanto estoy delante tuya. En el fondo sabemos lo que queremos, en verdad hay más cosas de la que nos une de las que nos separan. Queremos sacar a la luz nuestro sueño más verdadero.

De alguna manera misteriosa mi espíritu se va entrelazando con el tuyo, no sabemos explicar que nos está ocurriendo pero tampoco nos importa, al unísono nuestras manos que parecen enfundadas en guantes de energía van rodeando nuestros cuerpos y una sola alma compartida eclosiona.

Nuestros ojos cruzan una mirada limpia, el amor inunda la playa, el sentimiento nos embarga y nos dejamos guiar por sus pasos sabiendo que las decisiones del corazón son las correctas. Mis manos llegan a tu rostro, erizando el vello de tu piel, nuestros labios se acercan, nuestros ojos se abandonan y nos besamos.

Un bacio lento, un beso lento, suave, nos perdemos el uno en el otro y nos volvemos a encontrar, no sabes lo que es tuyo y mío, ni siquiera importa. Ojalá el mundo se pare en uno de nuestros besos.

Como algo tan nimio, tan insignificante como un beso y a la vez tan íntimo, puede cambiarte la vida.

Rubio Grey